martes, 31 de marzo de 2015
Para Falkland deberían ser Malvinas
El descendiente del hombre en cuyo honor los ingleses bautizaron a las islas escribió una carta a la embajadora Alicia Castro, en la que sostiene que tiene â??la esperanza de alcanzar finalmente una solución pacíficaâ?? para el conflicto.
Por Marcelo Justo
En medio de la escalada belicista británica en el Atlántico Sur, el apoyo a la causa Malvinas puede llegar de los rincones más insospechados. Descendiente de Anthony Cary, quinto vizconde de Falkland, en cuyo honor los ingleses bautizaron las islas en el siglo XVII, Lord Lucius Falkland envió a la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, una carta difundida ahora por primera vez, en la que califica de â??pirateríaâ?? la ocupación británica y apoya una salida negociada.
En marzo de 2013, vísperas del referendum convocado por el gobierno británico en las islas Malvinas, la embajadora Castro envió tres mil cartas e igual número de correos electrónicos a parlamentarios británicos, miembros del cuerpo diplomático, académicos y periodistas. Acompañado del documento â??Las Naciones Unidas, la Cuestión Malvinas y el principio de libre determinaciónâ?? y de una copia de la Resolución 2065 de la Asamblea General de la ONU, el mensaje de Castro dejaba en claro que Argentina respetaba la identidad y el modo de vida de los habitantes de las islas, pero era tajante respecto de la soberanía. â??Son británicos, pero el territorio en el que viven pertenece a Argentinaâ??, subrayaba la embajadora.
La carta reiteraba el llamado al diálogo entre los dos Estados, exigido â??por la comunidad internacional por medio de 40 resoluciones de las Naciones Unidas desde 1965â??. Una de las respuestas más sorprendentes de esta iniciativa fue la carta que recibió el 25 de marzo de 2013 del descendiente de Falkland. â??Estoy completamente de acuerdo con lo que diceâ??, señalaba, tras agradecer el mensaje.
En su carta, Lord Falkland relataba la historia del nombre en inglés de las islas. â??La conexión histórica de mi familia con las islas en el siglo XVII es curiosa y poco conocida o entendida aquí en Gran Bretaña. Mi antepasado tuvo un papel decisivo en la elaboración de un consorcio de inversionistas para tratar de recuperar valiosos restos de naufragios en la costa suroriental de América del Sur. Esto parece haber sido un esfuerzo semioficial a través de su alto cargo como Primer Lord del Almirantazgo y Tesorero de la Armadaâ??, explicaba.
Esta búsqueda de tesoros perdidos en altamar en 1690 llevó al primer contacto británico con las islas.
â??Las islas, que no tenían nombre, fueron entonces llamadas Islas Falkland por el líder de la expedición y creo que empezaron a aparecer como tales en las cartas de navegación marítima, ¡casi como piratería, me atrevo a sugerir!â??, relata Lord Falkland.
La colonización de los mapas de navegación no le sirvió de mucho al antepasado de Lord Falkland, cerebro económico de la expedición. El famoso diarista del siglo XVII, el parlamentario Samuel Pepys, se refirió a él en términos claramente peyorativos. En marzo de 1694, el vizconde Falkland fue arrestado y enviado a la Torre de Londres por peculado (malversación de fondos), donde murió de viruela poco después, a los 38 años.
El futuro de las islas que otorgó a su nombre una módica inmortalidad británica tendría varias vueltas de tuerca en los siglos siguientes. La última, en estos días, es la decisión del gobierno de su majestad de invertir 180 millones de libras en la defensa de las islas ante lo que el secretario de Defensa británico Michael Fallon llamó una â??fuerte amenazaâ?? de Argentina. El canciller Héctor Timerman respondió que el gobierno argentino presentaría una denuncia ante el Comité de Colonización de Naciones Unidas â??lo que ocurrió ayerâ?? para â??seguir demostrando que América latina y el Caribe han decidido ser una zona de pazâ??.
Las elecciones del 7 de mayo son el trasfondo de esta embestida británica, como indicó a Página/12 la embajadora argentina Alicia Castro. â??Es sabido que la Argentina, que reclama el diálogo y la negociación, no constituye una amenaza bélica para los habitantes de las Islas Malvinas. En el contexto electoral, el gobierno conservador quiere agitar el fantasma de 1982 para reflotar la figura de Margaret Thatcher, quien â??pudiendo evitar la guerraâ?? prefirió asegurar con la victoria su rédito electoral. El Reino Unido sigue incumpliendo con la obligación que le impone el derecho internacional de buscar una solución a la controversia por la vía pacífica y diplomáticaâ??, dijo la embajadora.
El descendiente del quinto vizconde de Falkland coincide plenamente. â??Personalmente tengo la mayor consideración para con Argentina, y junto con muchos otros, la esperanza de alcanzar finalmente una solución pacíficaâ??, escribió en su misiva a la embajadora.
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