martes, 17 de marzo de 2015
¿Los cordobeses hablan feo?
La tonada cordobesa y su origen comechingón
La tonada y el acento tan particular de los cordobeses tiene según varios investigadores su origen en las raíces de los comechingones. Cuando llegaron los españoles no vinieron solos. Un razonamiento simplista haría suponer que sólo españoles acompañaban a J.L. de Cabrera y ése es un gran error; éstos apenas pasarían de cincuenta.
Según Marcos Morínigo, los acompañaban varios miles de sirvientes en su mayoría indios peruanos (quechuaparlantes) que los documentos históricos y notariales de época designan «anaconas», «yanaconas» o simplemente «naturales que están en el Ejército de Su Majestad». Al momento de la llegada española se produjo entonces un proceso de relación interlenguas entre comechingones y sanavirones, evidenciado por la sustitución y duplicación de nombres de lugares y personas ampliamente documentada en los pleitos que, por posesión y deslinde de tierras, trababan los encomenderos entre sí.
Luego se verificó una sustitución forzada de las lenguas aborígenes, comechingón y sanavirón, por la quechua mezclada con español que hablaban los mencionados yanaconas. Hay pruebas documentales en distintos archivos que muestran como ellos designaron cientos de lugares con voces quechuas o quechuas mezcladas con españolas, como Pascanas, Rumi Huasi, Achiras, Ancas Mayo, Mosuc Mayu, Icho Cruz, Alpa Corral, Barranca Yaco.
Dos siglos después, aproximadamente en 1780, la corona española dictó la orden extirpando las lenguas americanas y haciendo obligatorio el uso del español. Esta imposición final respondió a una política coercitiva sobre un rasgo cultural, prolongada hasta hoy, en un marco obligado de relaciones interlenguas con las amerindias que hasta el presente no han sido estudiadas y explicarían la situación que llevó a la forma de hablar actual en Córdoba, particularmente en campos fonético, gramatical y semántico.
La acentuación y la «tonada» en cambio quizás ya habían sido marcadas por el sustrato comechingón.
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