Los científicos no salen de su asombro: el Sol ha comenzado el 2015 con un enorme agujero en la corona solar, sobre su polo sur.
La foto, captada a principios de año por la NASA, revela una inmensa zona oscura en la parte inferior del Sol. Este tipo de agujeros representan regiones solares en donde el campo magnético llega hasta el espacio exterior, en lugar de retornar a la superficie. Las partículas desprendidas, moviéndose a través de este campo, pueden abandonar el astro, o quedar atrapadas cerca de la superficie.
El enorme agujero podría permanecer visible, desde la Tierra, durante al menos cinco años. Estos fenómenos son fundamentales para la comprensión del clima espacial, al ser la fuente de vientos hasta tres veces más veloces que los verificados en cualquier otra región del universo conocido. La velocidad del viento en este tipo de agujeros, en la corona solar, alcanza prácticamente los 800 kilómetros por segundo.
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