miércoles, 8 de abril de 2015
Las 7 mentiras que dicen las mujeres
A pesar de que nadie quiera admitirlo, en algunos momentos de la vida soltamos alguna mentira que otra. Muchas personas son exageradas por naturaleza, hay mentirosos patológicos y otras que simplemente por descuido dan datos falsos. A todos nos ocurre. Sin embargo, existen algunas trolas de género comunes. Al menos así lo plantea en 360 Nobs Sheriff Aderigbe, quien cree que hay siete grandes mentiras que las mujeres suelen decir a los hombres a lo largo de sus vidas.
Basándose en su experiencia personal y en las confesiones que le han hecho personas cercanas, Aderigbe alega que ellas inventan estas respuestas con el objetivo de â??salirse con la suya y conseguir que los hombres estén detrás de ellasâ??. Sin embargo, lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones, estas mentiras se utilizan para no herir los sentimientos de otras personas y evitar que se comparen con anteriores parejas o ligues o porque, ante la gran cantidad de prejuicios aún presentes en nuestra sociedad, muchas mujeres no quieren que se las juzgue sin conocerlas por lo que hayan hecho o dejado de hacer en cuestiones de cama. Claro que también pueden servir de comodín para ocultar una vida sentimental nefasta. No nos engañemos, ¿a quién le gusta jactarse de ser un fracasado en el amor?
Además, tanto en el caso de hombres como mujeres, no debemos olvidar que hay muchas personas celosas de su vida íntima y personal, que no tienen ninguna necesidad de airearla y prefieren mantenerla oculta. Sea por los motivos que sean, existen una serie de mentiras comunes que casi todas las mujeres â??y un gran porcentaje de hombresâ?? suelen decir en algún momento de su vida.
1. La edad: forever young
â??Quizás esta sea la mentira más común entre las mujeres y la razón no es descabelladaâ??, comienza Aderigbe. El autor explica que a menudo muchas se quitan entre dos y tres años de su edad real porque los hombres se sienten más atraídos por las mujeres jóvenes y huyen de aquellas que les sacan unos años.
El amor no tiene edad, ya, pero ellas se hacen viejas y ellos maduritos atractivos. Algunos hombres se sienten aliviados al escuchar los â??tengo veinte yâ?? que los â??treinta yâ??, pero a la hora de la verdad influye más la edad mental que la real. En lo que a físico se refiere, lo ideal es tratar de mantener tu atractivo cuidándote, porque mentir sobre los años que tengas no funciona. Seas del género que seas.
2. Decir que son solteras (cuando no es verdad)
Cuando se les cruza un cafre insoportable que insiste en ligar con ellas, muchas mujeres aluden a ese novio inventado para que las dejen en paz. Pero en el lado contrario también nos encontramos con aquellas personas que olvidan momentáneamente que tienen pareja cuando se topan con alguien que les resulta atractivo. Algunas no sólo lo omiten, sino que van más allá e incluso se presentan como solteras.
â??He estado con dos chicas que estaban en relaciones serias y nunca mencionaban a sus novios cuando estaban conmigo. No me enteré de que tenían una relación hasta que se les escapó la información por descuido o las llamaron sus respectivos por teléfonoâ??, ejemplifica Aderigbe. A todos nos agrada gustar y dejarnos llevar por la emoción y el entusiasmo de resultarle atractivo a alguien que acabamos de conocer, pero si no queremos vernos haciendo malabarismos para mantener dos relaciones a la vez o quedando como unos cretinos cuando se destape el pastel, es mejor no fingir que estamos libres de compromiso.
3. â??Somos sólo amigos. Ã?l no está interesado en miâ??
El juego del â??sí pero noâ?? no es una argucia exclusivamente femenina, pero cuando una mujer alega que un chico es solamente su amigo es porque no es una amistad al uso, y lo sabe. En opinión del autor mensajes como â??te extrañoâ?? o â??qué sexy sales en esta fotoâ?? son claros indicios de que saben que las personas destinatarias podrían estar interesadas en ellas y, por decirlo de algún modo, tratan de congelarlos en el tiempo por lo que pueda pasar.
Según la ciencia, los hombres y las mujeres no pueden ser â??sólo amigosâ?? y parece que Aderigbe está de acuerdo e incluso se muestra algo resentido: â??Las mujeres se reservan a algunos chicos alrededor como una especie de copia de seguridad. Charlan con ellos y les mantienen cerca por si su relación actual no funciona o para tener un hombro donde llorar cuando se pelean con sus noviosâ??.
4. â??Que va. Yo no estoy coqueteandoâ??
El autor parte de la base de que la definición de coqueteo es ciertamente ambigua. Para él, no se trata de una simple charla sino de acercarse e interesarse por una persona a la que sabemos que atraemos. Y, una vez más, el autor está convencido de que ellas son mucho más listas: â??Las mujeres son muy buenas en la lectura del lenguaje corporal y pueden deducir fácilmente si están coqueteando con alguien o alguien lo está haciendo con ellasâ??.
En su opinión, la mayoría de las mujeres hacen uso del arte del flirteo â??para matar el aburrimiento y tener planes de respaldo en caso de que su relación actual no funcioneâ??. Pero más allá de asegurarse un repuesto, muchas personas lo hacen simplemente para subirse el ego o para demostrarse que aún saben desenvolverse en el mercado. Si se les va de las manos, como hemos visto antes, siempre tienen la opción de soltar que tienen pareja o que podrían ser súper buenos amigos.
5. â??Nunca había hecho esto antesâ??
Aderigbe se refiere concretamente a cuando terminas en casa de un ligue de una noche. â??Es común que ellas digan que no suelen hacer esas cosas para parecer inocentes y que pensemos que son buenas chicas de tal forma que no pierdan la oportunidad de poder empezar una relaciónâ??. Está claro que en su entorno pocas defienden la soltería y buscan desesperadamente marido.
También puede ser que quieran evitar que por culpa de los prejuicios las tachen de promiscuas o facilonas, que estén tratando de evitar que el macho que se están llevando a casa se obsesione con quedar mejor que los anteriores y quieran hacerle sentir especial, e incluso ¡eh! por qué no, quizás sea verdad y es la primera vez que lo hace.
6. La última vez en la que tuvieron relaciones sexuales
â??Por razones desconocidas, la mayoría de las mujeres tienden a decir que la última vez que tuvieron relaciones sexuales fue entre hace seis y ocho meses atrás. Desafortunadamente, es una mentira 4 de cada 5 vecesâ??, comenta Aderigbe con base en estos datos estadísticos improvisados.
El autor retoma la idea de que lo que quieren es claramente casarse y, claro, qué menos que parecer unas mojigatas a las que un buen marido pueda rescatar de su vida de castidad e inocencia. Una vez más, obvia que estas mentiras puedan deberse a la visión negativa que la sociedad tiene de las mujeres con una vida sexual activa con diferentes hombres, que no quieran dar datos de su vida personal o que no quieran dejar a la altura del betún a su ligue haciéndole ver que quizás esté bastante más entrenada en cuestiones de sexo que él. Que todos sabemos cómo de mal influye la presión en algunosâ?¦
7. Número de parejas sexuales que han tenido
En la misma línea que el anterior, insiste en que ellas quieren dar la imagen de buenas chicas y prefieren no confesar con cuántos chicos se han acostado para cazar un buen hombre. De los que ya no quedan, vaya.
Hagámosle la ola al que se jacte de que se ha acostado con más de cien mujeres, pero cuidado con su contraparte femenina, probablemente no sea trigo limpio, debe pensar el autor. Sin embargo, una vez más la empatía y el hecho de no querer hacerles sentirinferiores (no vaya a ser que les superen en número) junto con la no necesidad de alardear de sus relaciones sexuales, suelen ser los motivos que llevan a las mujeres a obviar â??más que tergiversarâ?? este tipo de datos.
No obstante, hay un final feliz. Según Aderigbe detrás de que las mujeres del mundo se avergüencen de su vida sexual y privada y se vean casi obligadas a ocultarla hay un mensaje positivo y reconfortante: â??Todas estas mentiras significan que ella está seriamente interesada en tiâ??. ¡Enhorabuena!
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